La lírica popular tradicional

     Con este vídeo presentación, conoceréis las principales manifestaciones literarias en los comienzos de la literatura española, y que marcarán una línea poética basada en la sencillez y la expresión natural de los sentimientos, sobre todo amorosos, que tendrá su continuación en los místicos, poetas románticos como Rosalía de Castro y Bécquer, los poetas finiseculares, la Generación del 27 o poetas más actuales como Antonio Colinas y Luis García Montero.

    Aquí os dejo un cuadro comparativo de los distintos subgéneros propios de la lírica popular tradicional que vamos a ver en clase, y que considero muy útil para distinguir sus características propias: las jarchas, las cantigas de amigo y los villancicos. Este cuadro está sacado del blog «La lengua es facilísima».

        A fuerza de repetir, aquí tenéis un esquema muy dinámico elaborado con Prezi que os permitirá ampliar vuestros conocimientos sobre la lírica popular (Michele Mardorf ).

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Descubrimos que la Edad Media no es un tiempo tan lejano…

       Visto lo visto, ¿sería descabellado pensar que todavía hay caballeros, trovadores y juglares? Ciertamente es un tema discutible, pero hay contenidos y aspectos presentes en estos pequeños e intensos poemas medievales que todavía resuenan en determinadas canciones o formas seleccionadas. En este sentido, la expresión de una amplia variedad de sentimientos amorosos puestos en boca de una mujer abre las puertas a un sinfín de canciones de todos los tiempos. 

La soledad ante la ausencia del amado.

Rosana – «Si tú no estás aquí»

Laura Pausini-«La soledad»

Celine Dion – «All by myself»

Aunque también los hombres pueden…

Maná – «Hundido en un rincón»

       En el blog En clase de Marian, se nos comenta un hecho muy curioso que ya ha sido objeto de análisis en un artículo, y es el paralelismo entre las jarchas y las canciones actuales de los artistas latinos. Cito textualmente: «Recordad que estas composiciones líricas en mozárabe aparecían al final de las moaxajas, poemas más extensos en árabe o hebreo. Pues bien, en el pop actual, algunos cantantes latinos cuando cantan en inglés para el público norteamericano, dejan a menudo un espacio para insertar versos en español. El parecido es razonable, al menos en lo que respecta a la motivación de su composición bilingüe: las palabras en español constituyen un elemento de prestigio o de moda en este género musical, igual que lo fueron en la España musulmana.»

TAREA

Vuestro trabajo para este fin de semana será buscar una canción en cualquier idioma, que de alguna manera corresponda a alguna temática propia de las jarchas, cantigas o villancicos. Tendréis que dejar un comentario en esta sección del blog, explicando que similitud encontráis entre la canción elegida y el subgénero lírico correspondiente, dando una explicación lógica, coherente y a ser posible, sin faltas de ortografía.

JARCHAS	CANTIGA	VILLANCICO
Lírica femenina (escrita por hombres).	Lírica femenina (escrita por hombres).	Lírica femenina normalmente (escrita por hombres). Pueden hablar otras personas.
Destinatario casi siempre explícito (madre, amigas, hermanas, amado).	A veces aparece destinatario explícito (madre, amigas, vecinas, la naturaleza).	A veces con destinatario explícito.
Tema principal: el amor. – Queja amorosa por la ausencia del amado o por la espera. – Recuerdos positivos del amado.	Tema principal: el amor y la queja amorosa: – Tristeza. – Añoranza. – El dolor de la ausencia.	Tema principal: el amor: – Desdicha amorosa. – Ausencia del amado. – Monja a la fuerza. – La malmaridada o malcasada.Otros temas (variedad temática): – El trabajo. – Las fiestas. – La naturaleza y sus ciclos.
Espacio cerrado, ausencia de la naturaleza.	Espacio abierto, con aparición de la naturaleza: – Marineras. – Alboradas. – Romería…	Presencia constante de la naturaleza, con valor simbólico en ocasiones (fuente, lavarse la cara, lavar la camisa…)

La mujer en la Edad Media

   Si pincháis en la imagen superior, podréis descubrir cómo era la vida y la imagen de la mujer en la Edad Media, con datos tan interesantes como los siguientes, extraídas del artículo de Ana Molina Reguilón:

• «Si nos referimos al físico, como en los saberes y la literatura, se impone el modelo clásico: la figura femenina de las esculturas romana donde las mujeres poseen un vientre abultado y generosos pechos, símbolo de la fertilidad así como una figura algo redonda signo de su clase social. Además gusta la mujer de piel clara que no ha ennegrecido trabajando al sol, de cabellos rubios y rizados, limpios y cuidados. Si tenemos en cuenta las duras condiciones de vida y la casi inexistencia de cosméticos, podemos considerar que se impusieron unos cánones muy extremos, paralelos a la idealización que se hace del amor y de las relaciones de pareja. Posiblemente sea consecuencia de que es la visión que impusieron los hombres religiosos, lejos de la realidad, y por tanto, lejos de las mujeres reales de ese tiempo.»
• «El día de la mujer noble podía llegar a ser agotador dependiendo de las posesiones que tuviese que dirigir, de sus empleados y del número de familia. De cualquiera de las formas, era un trabajo más complicado de lo que la literatura clásica ha dado a entender. No obstante, el dinero o el prestigio no hacía que estas mujeres fueran plenamente felices y es que se jugaba con ellas desde que eran utilizadas como moneda de cambio a través de las uniones matrimoniales, que servían para sellar pactos estratégicos o políticos, y así aumentar las posesiones de uno u otro hombre. A la mayor parte no se les permitía intervenir en política y, aunque eran las transmisoras de la dote, según la Legislación, no podían gozar de ella ni en su estado de casadas, solteras o viudas, porque pertenecían al padre, al esposo o al hijo.»
• «Pero, sin lugar a dudas, era la mujer campesina medieval la que más duras condiciones de vida tuvo que soportar: dentro del hogar era la encargada de la cocina, de las ropas, de la limpieza, de la educación de los hijos, etc. Fuera de él debía ocuparse del ganado y del huerto, cuando no debía trabajar también en las tierras de cultivo. Si por el contrario la mujer residía en la ciudad, además de ocuparse de su familia y la casa, debía hacerlo del negocio familiar o ayudar a su marido en cualquiera de las actividades que éste llevase a cabo. Si ambos cobraban un salario, el de la mujer era notablemente menor, a pesar de que realizasen los mismos trabajos.
  Este hecho es especialmente lacerante cuando la mujer es soltera o viuda y deja el hogar para trabajar, normalmente en el servicio doméstico- representa la mayoría-, en el hilado, o como lavandera o cocinera. Pero también lo hace, como decimos, en el campo como braceras o jornaleras.»

Práctica 

      Si queréis repasar antes del examen los contenidos vistos el clase, no os vendrá nada mal este libro interactivo que aparece en la página web «El Tinglado», sobre la lírica medieval, con explicaciones, vídeos y ejercicios prácticos, todo ello elaborado por Manuel Guerrero. Basta con pinchar en la imagen.